El interés por las dietas bajas en carbohidratos está en aumento a nivel mundial, y una revisión exhaustiva de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts arroja nueva luz sobre este tema. Publicado en el Critical Reviews in Food Science and Nutrition, el estudio revela un creciente consenso científico sobre lo que constituye exactamente un estilo de vida bajo en carbohidratos.
De los más de 500 ensayos clínicos revisados, la mayoría definió una dieta baja en carbohidratos como aquella que limita la ingesta de carbohidratos al 30% o menos de las calorías totales, o consume menos de 100 gramos de carbohidratos al día. Estos resultados, basados en estudios clínicos publicados entre 2002 y 2022, muestran que existe una base sustancial de evidencia científica sobre las dietas bajas en carbohidratos.
El Dr. Taylor Wallace, investigador principal, destaca el sorprendente volumen de ensayos clínicos sobre dietas bajas en carbohidratos en las últimas dos décadas. Contrariamente a la percepción de falta de evidencia, los datos respaldan claramente la eficacia de este patrón alimentario.
La revisión también destaca que 152 estudios evaluaron el efecto de las dietas bajas en carbohidratos en el peso y la composición corporal. Sin embargo, estos estudios a menudo se excluyen de procesos federales de revisión de evidencia nutricional, lo que podría afectar las pautas de ingesta dietética y las decisiones de salud pública.
Aunque la mayoría de los estudios definieron las dietas bajas en carbohidratos de manera consistente, la revisión señala discrepancias en las definiciones utilizadas. Esto destaca la necesidad urgente de llegar a una definición de consenso para informar tanto a los consumidores como a los profesionales de la salud sobre los beneficios potenciales de las dietas bajas en carbohidratos. Los investigadores proponen que las revisiones sistemáticas y las metarregresiones sean los próximos pasos clave para establecer una definición clara y ampliamente aceptada de "bajo en carbohidratos".
La moda sobre la dieta Keto para adelgazar y los problemas asociados
La dieta cetogénica, que favorece las grasas y limita los carbohidratos, ha ganado popularidad, pero un informe de la Asociación Americana del Corazón la clasifica como una de las menos saludables. Su énfasis en grasas saturadas y la restricción de grupos alimenticios clave la colocan en el nivel más bajo de salud según la evaluación. La pregunta persiste: ¿Es esta dieta realmente beneficiosa para la salud a largo plazo?
La dieta cetogénica, popular por su enfoque en grasas y bajos carbohidratos, carece de estudios a largo plazo que revelen sus implicaciones para la salud. Expertos, como Petersen, que contribuyó al informe reciente de la Asociación Americana del Corazón (AHA), expresan preocupaciones sobre su asociación con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los estudios a corto plazo muestran elevaciones en los niveles de colesterol en sangre, un factor de riesgo clave, en quienes siguen la dieta cetogénica. La limitación de alimentos integrales, como cereales, frutas y verduras, fundamentales para reducir el riesgo cardiovascular a largo plazo, plantea inquietudes.
Vadiveloo, también colaboradora en el informe de la AHA, destaca la importancia de la fibra, ausente en gran medida en la dieta cetogénica. La falta de verduras sin almidón puede llevar a deficiencias de fibra, aumentando el riesgo de diversos tipos de cáncer y afectando la gestión del colesterol.
En conclusión, mientras la dieta keto puede mostrar beneficios a corto plazo, las interrogantes sobre su impacto a largo plazo en la salud cardiovascular y otros aspectos hacen necesario un enfoque cauteloso y equilibrado.
La dieta cetogénica carece de estudios a largo plazo que aborden sus implicaciones para la salud. Expertos señalan preocupaciones, como el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, basándose en estudios a corto plazo que revelan elevaciones de colesterol. La limitación de alimentos integrales y la falta de fibra plantean cuestionamientos sobre los riesgos a largo plazo, enfatizando la necesidad de un enfoque cauteloso y balanceado.
Esta moda de la dieta baja en carbohidratos se esta propagando gracias a las redes sociales, medio útil para propagar noticias veraces y estar todos conectados, pero problemática si hablamos de la alta desinformación que hay en estas plataformas.
No hay estudios que demuestren los beneficios ni las contraindicaciones pero si que aconsejamos que antes de hacer cualquier dieta y más si es restrictiva se consulte con tu medico o nutricionista ya que cada cuerpo y cada persona es un mundo.